RAFAEL ALFARO GONZÁLEZ¹, GEMA GONZÁLEZ MARTÍNEZ², Jose Antonio Galián Megías³, FRANCISCO BOIX², María del Carmen Botella Martínez³, Alfredo Minguela Puras³, María Rosa Moya Quiles³, Santiago Llorente Viñas³, Manuel Muro Amador³

(1) HCUVA-IMIB, 30007, España (Región de Murcia)
(2) [GI/IMIB/C006/2011] INMUNOLOGÍA E INMUNOTOLERANCIA EN TRASPLANTES Y ENFERMEDADES DE BASE INMUNOLÓGICA, IMIB-Arrixaca, España, España (Región de Murcia)
(3) INMUNOLOGÍA E INMUNOTOLERANCIA EN TRASPLANTES Y ENFERMEDADES DE BASE INMUNOLÓGICA, IMIB, España

El rol de los linfocitos B en el trasplante renal se ha puesto de relevancia en los últimos años en el trasplante renal, sobretodo en su implicación en los procesos de tolerancia y rechazo al injerto. El sistema molecular del factor activador de linfocitos B (BAFF) está compuesto por dos citoquinas, BAFF y APRIL, y tres receptores, R-BAFF, TACI y BCMA. Las moléculas de este sistema participan en procesos que regulan la supervivencia, maduración y proliferación de linfocitos B, así como en aquellos que controlan sus funciones efectoras como la producción de anticuerpos y cambio de isotipo. Se ha sugerido que el exceso de alguno de los componentes de este sistema podría provocar una desregulación de los linfocitos B y con ello promover el ataque inmune al injerto. Es por ello que la medición de estas moléculas podría ser de utilidad como biomarcador en el trasplante renal.

Los niveles séricos de BAFF, APRIL y las formas solubles de los receptores R-BAFF, TACI y BCMA fueron medidos mediante kits de ELISA comerciales en muestras recogidas en trasplantados renales al momento del rechazo (RA, n=15) y en trasplantados con buena función renal y sin rechazo agudo al año post-trasplante (NRA, n=35). Cada muestra fue mediada por duplicado y los resultados fueron expresados en ng/mL.

En cuanto a las citoquinas BAFF y APRIL (Figura 1), se observa un aumento estadísticamente significativo en los niveles de APRIL en el grupo RA (11.4±2.7 vs 5.2±0.8, p=.006). En cuanto a los niveles séricos de BAFF, se observa que los pacientes del grupo NRA tienden a tener a tener niveles más elevados que los pacientes del grupo RA, aunque las diferencias no llegan a resultar significativas (p=.086). Por otra parte, analizamos los niveles de los receptores del BAFF en sus formas solubles (Figura 1), sin encontrar diferencias significativas entre los grupos de estudio. El análisis mediante curvas ROC para los niveles séricos de APRIL da como resultado una AUC=0.74 (Intervalo de confianza 95%: 0.59-0.90, p=.006). El índice de Youden indica que el mejor punto de corte para la predicción de rechazo es de 4.52 ng/mL (Figura 2), obteniendo una sensibilidad del 80% y una especificidad del 69.4% para ese nivel de corte.

En conclusión, este estudio muestra que la cuantificación de los niveles séricos de APRIL en trasplantados renales pueden ser útiles como biomarcador de rechazo agudo, aunque es necesario confirmar estos resultados en cohortes independientes así como en estudios longitudinales para evaluar su potencial uso pronóstico.